Pedalear es meditar en movimiento

Autor del artículo: Hola Ombike Artículo publicado en: 12 ago 2025
Pedalear es meditar en movimiento

La bicicleta me enseñó a pedalear por mis sueños.

Mientras pedaleo, mi mente se despeja. Sentir el viento en la cara y la vista del paisaje me ayudan a concentrarme en el momento presente. Es una forma de mindfulness en movimiento que mejora mi bienestar y me ayuda a tomar mejores decisiones, también fuera de la ruta.

Para mí, la bicicleta ha sido vida.

Ha sido parte de mi proceso de sanación, de resignificación y de empoderamiento. Con ella he aprendido a ponerme metas, a desafiarme, a creer que es posible. Cada vez que me subo a la bicicleta, el foco se vuelve simple: el camino, la rueda, el movimiento. Voy concentrada, pero a la vez disfrutando el momento, el paisaje, el lugar.

Cuando siento el viento en la cara, mi mente empieza a soltar los pensamientos rumiantes que me pesan. Todo se transforma. Me lleno de energía, de ideas, de claridad. Es como si cada pedaleo fuera una forma de volver a mí, de reconectarme con mi fuerza interior.

Cada recorrido me sorprende.

La bicicleta me ha llevado a lugares que de otra forma no habría conocido, rincones a los que no se llega igual en auto, ni caminando. En la bicicleta, la mirada cambia.

Pedalear es verdaderamente una meditación en movimiento.

Una forma de habitar el presente con propósito, de sentir el poder del cuerpo y la calma de la mente trabajando juntos.

Vivir este sueño de pedalear por el mundo, con las distintas travesías que hacemos en Ombike, ha sido un regalo. Desde las rutas en Chile —como la travesía en Cerro Castillo, con su belleza imponente— hasta pedalear por islas mágicas como Mallorca, donde cada ruta revela una postal: el mar azul bordeando el camino hacia el Cap de Formentor, las vistas desde Sa Calobra, o el encanto de llegar en bicicleta a Soller y Puerto Pollença.

Lo mismo sentí recorriendo La Parenzana, cruzando Eslovenia, maravillada por su naturaleza, sus pueblos y esa sensación de libertad absoluta. Son experiencias que me dejan con ganas de volver, y que al mismo tiempo inspiran los nuevos sueños de rutas que queremos abrir: pedalear por la costa de Portugal hacia Santiago de Compostela, entre los fiordos de Noruega, en Montenegro, o desde Madrid a Portugal, desde Ámsterdam a Bruselas. También aquí, en el sur del mundo, por los caminos del Parque Pumalín, hacia las termas de Puyuhuapi, el Parque Queulat o desde Cerro Castillo hacia Puerto Guadal, Cochrane y Villa O´Higgins.

Y es que pedalear se ha vuelto un manifiesto de vida.

Cada ruta, cada travesía, cada kilómetro recorrido es una metáfora de lo que somos capaces de crear cuando ponemos el corazón en movimiento.

Cuando fuimos al Gran Fondo Siete Lagos, en Argentina, desde San Martín de los Andes hasta Villa La Angostura, fuimos un grupo que pedaleó unido, desafiando el cansancio y disfrutando una ruta cerrada solo para nosotros, con toda la energía de lo posible. Fue una experiencia de equipo, de foco, de alegría pura.

La bicicleta me ha enseñado a pedalear por mis sueños y a hacerlos posibles.

En Ombike creemos que el movimiento consciente transforma.

A través de nuestras travesías en bicicleta, invitamos a las personas a vivir la experiencia de conectar cuerpo, mente y propósito, a expandir sus límites y descubrir lo que son capaces de lograr cuando se mueven con sentido.

Pedalea con nosotros. Pedalea por tus sueños.

Autor del artículo: Hola Ombike Artículo publicado en: 12 ago 2025